PROFUNDIZA SCREAM AND SHOUT

viernes, 14 de junio de 2013

POVEDA DE LA SIERRA Y CUEVA DEL HIERRO

Los días 24 y 25 de mayo disfrutamos de una bonita estancia en Poveda de la Sierra
Los espeleólogos al salir de la cueva del hierro (Cuenca)

Foto de unas grandes navegantes

La verdad es que estuvimos con un pie en la provincia de Guadalajara y otro en la de Cuenca.
El viernes 24 nos vestimos deprisa y corriendo para disfrutar del Tajo que estaba a una temperatura buenísima (y si no, que se lo digan a Valero,¡cómo temblaba el pobre!)
¡Madre mía con los trajes de neopreno! ¡Cómo estilizan!

Nos fuimos al río a hcer unos "rápidos"


Por supuesto, tal como es tradición en el Balconcillo, las primeras en caer al agua fueron las profes
La que está debajo de la canoa soy yo, aunque no os lo creais y sin embargo la intrépida Loli, ya estaba surcando las aguas bravas del Tajo.
Después hicimos juegos de agua hasta que todos nadamos (Carlos también). Y nos duchamos, cenamos, hicimos unos juegos nocturnos en el pueblo y a dormir.

Algunos hacían tiempo antes de dormir con "el saboteador"
Pero el cansancio del río pudo con tod@s
Por la mañana del día 25, prontito, despertamos a Loli y nos embarcamos en la hazaña de la  actividad que  realizamos en las juntas de los ríos Cuervo y Guadiela que forman un bonito pantano llamado " Molino de la Chincha ".
El paisaje es muy bonito y en medio de la ruta recorrimos un pequeño cañón que en su interior esconde una cueva.


  

 Después de comer, hicimos espeleología visitando la "Cueva de hierro", una mina romana en la que los romanos utilizaron el mineral para fabricar armamento y herramientas. Se puede visitar el interior de las galerias de la mina de hierro, galerías que se extienden por más de cinco kilómetros de túneles, de los cuales sólo se visita una parte. Lo que más nos gustó fue la "sima" de su interior.

 Tiene unos colores preciosos, debido a su contenido en limonita, cal y manganeso. Sus aguas cristalinas nos dejaron boquiabiertos.



Por último, visitamos el centro de interpretación
Volvimos en bus, derrotados. 

miércoles, 22 de mayo de 2013

TALLERES 17 DE MAYO

El viernes 17 por la tarde hicimos unos talleres de disfraces con materiales reciclados sobre : "Grandes Civilizaciones"


A los laterales, civilización china; las chicas estaban monísimas con su sombrilla de papel de periódico..¡se maquillaron y se hicieron moño!.

Los chicos llevaban un sombrero estupendo de cartulina reciclada.


 Delante, la civilización tecnológica, los tres chicos disfrazados de IPOD de colores, con cajas de cartón. Hugo: ¡sabemos que al final te gustó que fuese de ese color!




En el Centro de la primera foto tenemos la civilización romana y griega, con Álvaro (Valerius) que se le ve estupendo con la corona de laurel que luego nos hicimos todos (con laurel de verdad, que olía eh?).



 Los egipcios destacan en su rostro el nemes, que se formaba con un lienzo cuadrado, hecho con una tela a rayas cuyos colores mas comunes eran el azul y el amarillo, ajustado a la frente y con caídas a los lados.

 
Por cierto, viendo las fotos, me he dado cuenta de que se nos coló una civilización que no la habíamos prestado mucha atención: la civilización india. ¡Adrián vaya percha!
 
Espero que disfrutaseis mucho con los talleres, sobre todo los que fuisteis invitados "extra" ese día al programa profundiza. ¡Un saludo a todos/as!
 
 
 
 

 

El laurel en la Mitología: Dafne y Apolo

Cuenta el mito que Apolo quiso competir con Eros en el arte de lanzar flechas. Eros, molesto por la arrogancia de Apolo, ideó vengarse de él y para ello le arrojó una flecha de oro, que causaba un amor inmediato a quien hiriere. También hirió a la ninfa Dafne con una flecha de plomo, que causaba el rechazo amoroso. Así que cuando Apolo vio un día a Dafne se sintió herido de amor y se lanzó en su persecución. Pero Dafne, que sufría el efecto contrario, huyó de él. Y la ninfa corrió y corrió hasta que agotada pidió ayuda a su padre, el río Peneo, el cual determinó convertir a Dafne en laurel. Cuando Apolo alcanzó a Dafne, ésta iniciaba la transformación: su cuerpo se cubrió de dura corteza, sus pies fueron raíces que se hincaban en el suelo y su cabello se llenó de hojas. Apolo se abrazó al árbol y se echó a llorar. Y dijo: «Puesto que no puedes ser mi mujer, serás mi árbol predilecto y tus hojas, siempre verdes, coronarán las cabezas de las gentes en señal de victoria». La transformación la relata Ovidio en el poema Las metamorfosis. Este mito ilustra el origen de uno de los símbolos típicos del dios, la corona de laurel.