Los espeleólogos al salir de la cueva del hierro (Cuenca)
Foto de unas grandes navegantes
La verdad es que estuvimos con un pie en la provincia de Guadalajara y otro en la de Cuenca.
El viernes 24 nos vestimos deprisa y corriendo para disfrutar del Tajo que estaba a una temperatura buenísima (y si no, que se lo digan a Valero,¡cómo temblaba el pobre!)
¡Madre mía con los trajes de neopreno! ¡Cómo estilizan!
Nos fuimos al río a hcer unos "rápidos"
Por supuesto, tal como es tradición en el Balconcillo, las primeras en caer al agua fueron las profes
La que está debajo de la canoa soy yo, aunque no os lo creais y sin embargo la intrépida Loli, ya estaba surcando las aguas bravas del Tajo.
Después hicimos juegos de agua hasta que todos nadamos (Carlos también). Y nos duchamos, cenamos, hicimos unos juegos nocturnos en el pueblo y a dormir.
Algunos hacían tiempo antes de dormir con "el saboteador"
Pero el cansancio del río pudo con tod@s
Por la mañana del día 25, prontito, despertamos a Loli y nos embarcamos en la hazaña de la actividad que realizamos en las juntas de los ríos Cuervo y Guadiela que forman un bonito pantano llamado " Molino de la Chincha ".
El paisaje es muy bonito y en medio de la ruta recorrimos un pequeño cañón que en su interior esconde una cueva.
Después de comer, hicimos espeleología visitando la "Cueva de hierro", una mina romana en la que los romanos utilizaron el mineral para fabricar armamento y herramientas. Se puede visitar el interior de las galerias de la mina de hierro, galerías que se extienden por más de cinco kilómetros de túneles, de los cuales sólo se visita una parte. Lo que más nos gustó fue la "sima" de su interior.
Por último, visitamos el centro de interpretación
Volvimos en bus, derrotados.